En esta fecha se recuerda un 8 de marzo de 1908, cuando decenas de trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York murieron calcinadas después de encerrarse para reivindicar una mejora de sus condiciones laborales. Pero este solo ha sido un solo ejemplo de las múltiples injusticias que las mujeres han vivido a lo largo de la historia de la humanidad.
Rosa Parks: 4 de febrero de 1913, y muere 24 de octubre de 2005
Reconocida como la “primera dama de los derechos civiles” por el Congreso de Estados Unidos, Rosa Parks fue una activista que se negó a darle su asiento de autobús a un pasajero blanco. Esto llevó a un boicot en Montgomery y otras manifestaciones similares que buscaban acabar con la segregación racial y luchar por los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos.
Hipatia de Alejandría 360 d. C. y muere marzo de 415 d. C: Nacida en Alejandría (hoy Egipto) a finales del siglo IV, es considerada por muchos la primera mujer científica de la historia: desarrolló múltiples experimentos y fue autora de varios tratados de matemáticas y astronomía.
Cleopatra VII: 69 a. C y muere agosto de 30 a. C
Sin duda, fue una de las soberanas más poderosas del mundo. Cleopatra ascendió al trono a los 18 años y gracias a su gran ingenio y belleza natural consiguió asentarse en diferentes ocasiones como la reina de Egipto, a pesar de las dificultades del camino. Desempeñó un papel muy importante en la política de Egipto y fue la última reina egipcia.
¿Qué dice la palabra de Dios en el Antiguo Testamento sobre la mujer?
La posición de la mujer hebrea en el AT era muy superior a la que tenían las mujeres de las naciones paganas alrededor. La mujer hebrea gozaba de mucha más libertad, desarrollaba una serie de actividades variadas e importantes. Su situación social, era más elevada y respetada. Evidencia de lo antes expuesto lo podemos apreciar en la Escritura en pasajes como Éxodo 20:12 donde leemos que los hijos debían honrar al padre y a la madre por igual. Además, se debía de obedecer como se aprecia en Deuteronomio 21:18.
En las familias de los patriarcas, las mujeres como Sara, Rebeca y Raquel jugaban un papel eminente y en ocasiones preponderante. Por ejemplo, María, la hermana de Moisés y Débora, fueron profetisas y poetisas y esta última acaudilló un ejército a la victoria (Éxodo 15:20-21; Jueces 4 y 5) Ana, la madre de Samuel, es una hermosa figura de mujer piadosa y dotada ( 1 Samuel 1;2:1-2). Mas de una vez vemos cómo se honra en gran manera a la reina madre (1 Reyes 2:19; 15:13) y en las biografías de los reyes se indicaba siempre quien fue la madre. El joven es exhortado en el libro de Proverbios a recordar la enseñanza de su madre (Prov 1:8; 6:20), porque el hecho de menospreciarla lo llevaría a maldición (19:26; 20:20, 30:11).
¿Como era la mujer tratada en la época de Jesús?
A la luz del Nuevo Testamento se puede ver que sí existe una manera muy sutil en cómo muchas eran maltratadas por ser mujeres. En la época de Jesús, la sociedad de los hombres desvaloraba a las mujeres. Eran seres sin importancia, hasta se creía que no eran capaces de aprender y estudiar. En su oración cotidiana, el judío decía: “Seas bendito, Dios nuestro, por no haberme hecho gentil, ni mujer, ni ignorante”. Las mujeres en el contexto de la cultura de Nuevo Testamento a los ojos del judío no tenían valor. Jesús llega a una cultura opresora, machista que había colocado a la mujer en una posición degradada y humillante.
Las restricciones sociales y religiosas le impedían a la mujer vivir una vida digna como la de los hombres. Sin embargo, violando la tradición religiosa prevaleciente, Jesús se atrevió a ir contra su cultura y dignificar a la mujer. Aunque Jesús no vino a proponer justicia social; si fue un personaje revolucionario; Él vino a restaurar la dignidad de todas las personas, hombres y mujeres. Nuestro modelo es Jesús quien nos muestra por medio de Su Palabra como debemos ser tratadas y también enseña a las mujeres a cómo deben esperar ser tratadas por parte de los hombres.
En el pasaje de Lucas 4:18,19 Jesús revela su misión en este mundo: Dar libertad a los cautivos. La humanidad entera (hombres y mujeres) estaba oprimida, esclavizada y sin esperanza a razón del pecado; pero Cristo viene a liberarnos a todos, mujeres y hombres. Y Jesús favoreció de alguna manera la libertad de las mujeres y restauró su dignidad ante sus propios ojos y de los hombres, aprendamos hoy esta importante verdad.
Cuando se habla de las mujeres a la luz del contexto del ministerio de Jesus, ellas sobresalen, la pecadora de Lucas 7:36-40; María Magdalena; Marta y María de Betania; las mujeres que acompañaban a los discípulos en viajes misioneros y les servían de sus bienes. Las mujeres permanecieron cerca de la cruz hasta la sepultura y fueron las primeras ante la tumba abierta.
Por medio de los evangelios es posible percibir que para Jesús no fue obstáculo las costumbres judías. Su actitud, su forma de tratar a las mujeres y de referirse a ellas contrasta con los prejuicios del mundo judío al cual pertenecía y lo cuestiona. Aunque era impensable que un judío le dirigiera la palabra en público a una mujer o que un maestro las aceptara entre sus discípulos, Jesús admite mujeres entre sus seguidores (Lucas. 8:1-2); les habla largamente a Marta y a María en Betania (Lucas 10:38-42); sostiene una larga conversación con una samaritana junto al pozo de Jacob ante la extrañeza de los discípulos (Juan 4:1-42); se dirige a un grupo de mujeres en el camino del Calvario (Lucas. 23: 28) y, lo más asombroso, son mujeres las primeras testigos de la Resurrección (Mateo 28:1-10; Marcos 16:1-8; Lucas. 24:1-12; Juan 20:1-10).
Conclusión.
Tiempo y espacio falta para hablar de más mujeres importantes halladas en la Biblia. La mujer sirofenicia, Martha, María, la mujer que derramo perfume a los pies de Jesús. Y qué decir de aquellas que participaron en las iglesias en casa: Lidia, Ninfas en Laodicea (Col. 4:15), Priscila en Roma ( Rom. 16:5), Cloé en Corinto (1ª Cor. 1:11). Pablo reconoce en varias de sus cartas y especialmente en la carta a los Romanos que delego la entrega de esta a una mujer, los esfuerzos de María, Trifena, Trifosa, Pérsida. Se refirió a Junia como apóstol y alabó su ministerio, a Febe como diaconisa, etc.
El propósito de este artículo no es sobresaltar a la mujer sobre los hombres; sino que en Cristo hay igualdad de condiciones, de oportunidades y de bendiciones. Es tiempo de seguir el modelo de Jesús y que aprendamos a valorar a las mujeres cercanas y a crear una cultura de respeto y honra a las mujeres que durante años han sufrido y padecido el odio y la violencia por el simple hecho de ser mujeres. Es un llamado a ti mujer a levantarte y hacer historia. Levanta tu voz y enseña a las mujeres de tu generación y a las futuras generaciones a conocer al Dios de la Escritura.
Por: Dra. Elena Vázquez González
Directora de Grado.
Profesora de Teología e Historia, 2009-.
Licenciatura en Teología, con énfasis en Biblia y Teología; Seminario Teológico Centroamericano, 2008; Maestría en Teología, SETECA, 2011.Pensum cerrado de la Magister Theologiae en Teología 20017. Doctorado en Ministerio de Dallas Theological Seminary 2021.
Nacionalidad cubana, reside en Guatemala desde el año 2005. Actualmente es Directora de Grado en SETECA. Madre de Melodee Moreno Vázquez 13 años y Raúl Moreno Vázquez de 11 años. Conferencista internacional, exponiendo temas pertinentes para mujeres, familias y capacitación a docentes. Autora de varios libros: Mujer eres Especial, te invito a descubrirlo, 2014, Caminemos juntas, 2017, Mujer es tiempo de Trascender, 2018 y El divino Goel, 2019. Ha escrito artículos para el Periódico la Palabra y reseñas para manual dirigidos a mujeres. Desde el año 2011 tiene un espacio en la emisora radial Guatemalteca, TGN, donde es conocida como Elenita la Cubanita.
