Maya Petry se encontraba en su iglesia, cantando un especial durante el servicio de aniversario de la congregación.
Todo estaba bien, ella sostenía el micrófono y entonaba una canción con su hermosa voz al mismo tiempo que una batería la acompañaba.
Varias veces los presentes en la iglesia aplaudían y alababan a Dios, al mismo tiempo que apoyaban emocionalmente a la pequeña, quien parecía estar un poco nerviosa al cantar en el púlpito del lugar.
Justo antes de terminar la canción, la voz de Maya se quiebra y es evidente que fue tocada por el Espíritu Santo; ella se queda en el lugar, derramando lágrimas mientras se le acerca el pastor y los feligreses exaltan el nombre de Dios por el emotivo momento. ¡Simplemente maravilloso! El Espíritu Santo actuando de una manera silenciosa.