Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Romanos 10:15
Caminar largos trayectos se convirtió en una forma de vida durante muchos años, todo con el fin de llevar el evangelio de Jesucristo hasta lo último de la tierra, y que quienes no conocían de Jesús pudieran escuchar que hay un Salvador que envió a su Hijo al mundo para salvarlos de sus pecados.
Para cumplir esta misión, el hermano Ramon Carballo junto a su familia tomó una de las decisiones más difíciles y que les cambió la vida: La decisión de salir de su comodidad e ir a un territorio totalmente desconocido: La Mixteca, una región de montañas de más 90 mil kilómetros cuadrados cuyas tierras se extiende a lo largo de tres estados mexicanos: Puebla, Oxaca y Guerrero.
Fue hace 15 años que el hermano ramón y su familia llegaron a vivir a esta región, donde la gente no conocía a Jesús, y muchos de ellos incluso rechazaban el mensaje desde el primer momento.
El misionero recuerda entre sus primeras experiencia, el día en que proclamó que era predicador del evangelio, una ocasión en la que lejos de ser recibido le trajo un duro rechazo como punto de partida.
“Ibamos caminando y alguien que iba en su carro al ver que íbamos caminando junto a un anciano se detuvo en su vehículo y nos preguntó para dónde íbamos. Le dijimos que para San Andrés Montañas, -a pues suban yo voy para allí- nos dijo. Nosotros muy contentos nos subimos al carro”. Sin embargo, este “rait” como lo conocemos popularmente, lejos de ser un favor completo, comenzó por ser el punto de partida para incentir un rechazo en los pobladores ya que pocos minutos después la amabilidad de aquel hombre se convirtió en enojo.
“Yo realmente sin conocer quien era la persona que iba ahí, tomé un tratado (evangelístico) y se lo entregué al motorista que nos había dado el rait, resulta que cuando él lo vio me preguntó ¿Qué es esto?, yo le dije es un folleto, es la Palabra de Dios para que la lea, y me dice ¿Qué? y da un frenazo y nosotros casi damos con el asiento de adelante porque el vehículo el doble cabina y nosotros íbamos en el asiento de atrás”.
Esta acción le dio a entender al misionero que el mensaje en ese momento no fue bien recibido y espera ver qué diría después esta persona.
“Nos preguntó ¿Ustedes que andan haciendo aquí?! a lo que el misionero contestó “Somos predicadores de la Palabra de Dios”, pero seguidamente sin mediar más palabras, el hombre los obligó a bajar del vehículo aunque faltaba mucho camino por recorrer para llegar al destino de ambos.
“Seguimos caminando pero cuando llegamos al lugar, ese hombre que nos había dado rait y que nos bajó de su carro, estaba reunido con todas la gente del pueblo. Era el sacerdote del pueblo a quien le estábamos compartiendo la Palabra de Dios y estaba diciéndole a la gente que por favor no nos recibieran porque estábamos llegando a dividir”.
Sin duda que no fue la mejor forma de ser recibidos, y la situación “no fue fácil”, pues se venían muchos cambios, tratar con personas de diferente cultura, pero el misionero confió en que el Señor estaba de su lado.
Después de esto Dios comenzó a abrir las puertas para que la familia Carballo Ramírez extendiera la luz del Señor en las montañas de La Mixteca. Comenzaron a llegar a más lugares y muchas personas escucharon el mensaje.
15 años después de ese episodio el hermano ramón recuerda con mucha alegría ese momento, porque confirma que Dios le ha permitido llegar muy lejos en ese territorio donde le tocó caminar largos trayectos.
Hoy la familia, cuya misión es la plantación de iglesia, para la gloria de Dios, ha fundado dos iglesias.
Una de ellas es la Iglesia Biblica en Silacayoapam, donde actualmente se tiene el sueño de adquirir un terreno propio para el templo.
De igual forma se cuenta con una célula en crecimiento en Santiago del Río, que Dios permitió abrir en el mes de abril, y donde ya han habido algunas conversiones y los hermanos muy felices alaban a Dios.
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Pero la obra no se detiene, y es por eso que el misionero le recordó a la iglesia que hay diferentes formas de hacer la obra del Señor: una es ir a través de los que van, otras es ofrendar, y también orar por los que están en el ministerio.
A continuación le compartimos algunos motivos de oración por la familia misionera Carballo Ramìrez
- Por salud emocional y física de toda la familia
- Por los estudios de Ramoncito y los proyectos que él tiene para la mixteca
- Apoyadores para la compra del terreno para el templo en Silacayoapam.
- Para que la iglesia en la montaña se involucre a llevar el evangelio a los demás pueblos sin Cristo.
- Por Ralbert López que quiere estudiar en el seminario para servir a Dios en la extensión d su reino en medio de los pueblos indígenas de la Mixteca
- Para que nuevos grupos de discipulado se abran en las iglesias de la montaña.